Por José
Fulgencio Ibañez Martínez.
Escrito elaborado para la lista de correo "criadores"
de eListas
y publicado el día 14-06-2002.
Si bien lo que voy a exponer a continuación debe ser sobradamente
conocido por aquellos canaricultores de canto que lleven años
en el ejercicio de la afición, tal vez no lo sea tanto por
aquellos otros cuya inexperiencia les hace desconocedores de ello.
Antes de comenzar la exposición decir que gran parte de
ella está basada en los trabajos llevados, principalmente,
a cabo desde la década de los 70 por Kirn, J. R., Alvarez-Buylla,
A., y Nottebohm, F (con preeminencia de este último, al cual
se le considera, gracias a sus trabajos con pájaros cantores,
el padre de la neurogenesis, entendiendo ésta como parte
de la ciencia que estudia la regeneración de las neuronas).
En primer lugar y en cuanto a la fisiología del canto hay
que saber que éste está gobernado por una parte del
cerebro del canario que se da en llamar "centro vocal superior"
(CVS); dicho CVS está comunicado, a través de prolongaciones
nerviosas, con otra parte del cerebro llamada "robustus archistriatalis"
(RA); el RA se comunica con el "nervio craneal hipogloso"
(nervio craneal XII o gran hipogloso) y con los nervios hipoglosos
(también llamados traqueosiringeales) que, a su vez, inervan
los músculos de la siringe, órgano donde se produce
el sonido que dará lugar al canto. El nervio hipogloso izquierdo
actúa sobre el lado izquierdo de la siringe y el nervio hipogloso
derecho lo hace sobre el lado derecho de la siringe (algunos autores
atribuyen a este hecho la facultad que tiene el canario para emitir
"duetos", es decir, la emisión simultanea de dos
sonidos diferentes, lo que en el caso del timbrado se conoce como
variación
conjunta). No obstante, hay que señalar que los científicos
han demostrado que el mayor peso en el canto del canario recae sobre
el lado izquierdo.
Así pues, tenemos tres zonas cerebrales principales en la
formación y
ejecución del canto, la más importante de las cuales
es el CVS, por ser en
esta zona donde se identifica, memoriza y se emiten las ordenes
necesarias para producir el canto, ordenes éstas que van
al RA que junto al nervio craneal hipogloso y los nervios hipoglosos
actúan de motores en la ejecución del canto, materializando
las ordenes que provienen del CVS, mediante impulsos sobre
los
músculos de la siringe cuya puesta en acción, en conjunción
con el aire que
proviene, desde los pulmones y desde los sacos aéreos (a
modo de reserva), a
través de los bronquios, producen los sonidos que posteriormente
son
modulados
principalmente por la laringe y por el pico. Podríamos decir
que el CVS
emite la
orden de canto y el RA se encarga de ejecutar dicha orden, valiéndose
para
ello
del nervio craneal hipogloso y de los nervios hipoglosos que inciden
directamente
sobre la siringe, y, a través de ella, sobre el conjunto
del aparato fonador
del
canario.
En el canario se ha observado que el CVS cambia de tamaño
en función de la
época del año en que nos encontremos, y que dicho
cambio está íntimamente
relacionado con los niveles de testosterona en sangre, coincidiendo
un mayor
nivel de testosterona con un mayor aumento del CVS y a la inversa.
Cabe
aquí, no
obstante, como veremos más detenidamente en los puntos siguientes,
hacer una
matización, a modo de excepción, ya que se observa
una bajada de
testosterona
que precede al celo, y su posterior aumento, no incidiendo dichas
variaciones en
el aumento del CVS, por centrar la testosterona, en este caso, su
incidencia,
exclusivamente, sobre el aparato genitoreproductor.
Pero veamos, con mayor detenimiento y secuencialmente, lo que,
basado en datos científicos, acabamos de afirmar, interrelacionándolo
con lo que empíricamente observamos cada año en el
desarrollo del canto de nuestros canarios y con las técnicas
utilizadas por los criadores para conseguir, dicho desarrollo, de
la forma más acertada posible: Para un canario nacido a finales
del mes de marzo se observa lo siguiente:
1º. En la fase del llamado "subcanto" (primeros
ensayos del canto, con estructura inestable, carencia total de dicción
y escasa intensidad), aproximadamente desde el final del primer
mes de vida (abril) hasta el final del segundo mes (mayo), se observa
un incremento progresivo del CVS, incremento que se detiene, por
un descenso brusco de los niveles de testosterona, sobre el tercer
mes de vida.
2º. Dicho descenso de los niveles de testosterona viene a
coincidir, aproximadamente, con la época de muda (junio,
julio y agosto) y el comienzo de la primera etapa de la llamada
fase de "canción plástica" (se observa un
canto más estructurado, con mejor dicción que en la
fase anterior y mayor intensidad, pero todavía muy inestable
y carente de la brillantez que caracteriza el canto del canario
adulto), produciéndose en este momento un estancamiento en
el aumento de tamaño del CVS; este estancamiento viene a
durar unos tres meses y la capacidad del canario para el aprendizaje
(incorporación de nuevas notas a su repertorio) es bastante
baja.
3º. Tras la época de muda, en los tres
meses siguientes (septiembre, octubre y noviembre), coincidiendo
con la segunda etapa de la fase de "canción plástica"
(el canto va ganando, poco a poco, en riqueza de notas, en estructura,
en dicción y en brillantez), se observa un aumento espectacular
de los niveles de testosterona en sangre, lo que lleva parejo un
espectacular aumento del CVS y, en relación con éste,
un gran incremento en la capacidad del canario para asimilar e incorporar
nuevas notas a su repertorio. Es en esta fase de su vida cuando
el canario tiene mayor facilidad para incorporar nuevas notas a
su canto. Esto que ha sido puesto de manifiesto por los científicos
en los últimos 30 años, era sabido por los criadores
de canarios de canto desde tiempos inmemoriales, a través
de la observación empírica. De ahí que no sea
de extrañar que, precisamente durantes estos meses, los canarios
sean entrenados de cara a los concursos, bien con maestros bien
con afloración espontánea de notas propias.
Llegados a este punto quisiera hacer unas apreciaciones
que entiendo importantes: podría darse el caso de que, impacientes
por obtener un canto propio de adulto en nuestros canarios, les
suministrásemos testosterona, sin dejar que se culmine este
ciclo natural que dura unos tres meses; pues bien, tal vez con dicha
intervención consiguiésemos que el canario cerrase
el canto (es decir, que obtuviese un canto formado de adulto) pero
esto, en mi opinión y en la de muchos grandes criadores,
sería desaconsejable, ya que estaríamos limitando
la posibilidad de incorporar más notas al canto del ejemplar
en cuestión, debido al acortamiento del tiempo que el canario
tendría para incorporarlas. Igualmente sucedería si
enjaulásemos individualmente a nuestros canarios antes de
tiempo, por ejemplo, en el mes de agosto, ya que dicho enjaulamiento,
debido al marcado carácter de territorialidad que tiene el
canario, dispararía precozmente los niveles de testosterona,
acotando la duración de este ciclo trimestral, con la consiguiente
minoración en el tiempo que el canario tiene para incorporar
nuevas notas a su repertorio; es decir, con ambas acciones descritas
anteriormente, conseguiríamos que el canario tuviese un canto
prácticamente de adulto antes de tiempo, pero dicho canto,
en cambio, sería más pobre que si dejásemos
que dicha etapa siguiese su curso natural.
4º Coincidiendo con el final de la etapa anterior
(finales de noviembre o diciembre) el canario ya ha adquirido prácticamente
la totalidad de notas que han de conformar su canto adulto; se produce,
en este momento, una estabilización en el tamaño del
CVS, manteniéndose más o menos en el mismo tamaño
que adquirió durante la etapa precedente; dicho tamaño
se mantendrá hasta el final de la primavera siguiente y comienzo
de la nueva muda, momento éste en que se volverá a
producir un fuerte descenso de los niveles de testosterona y volverá
a disminuir drásticamente el tamaño del CVS, volviéndose
a repetir el ciclo anteriormente mencionado.
Retomando el tema, será a partir de estos
momentos (finales de noviembre) cuando presentemos nuestros ejemplares
a concurso. Me gustaría hacer en esta cuarta etapa un inciso
que considero muy importante y que se basa en conjeturas propias:
los científicos han comprobado que una vez alcanzados los
niveles máximos de testosterona al final de la 3ª etapa
(finales de noviembre o diciembre) se produce un descenso brusco
de dicha hormona a lo largo de, aproximadamente, un mes, para llegar
a niveles mínimos, similares a los de la época de
muda, y, posteriormente, volverse a disparar al alza coincidiendo
con el periodo de celo. También han comprobado que dicho
cambio en los niveles de testosterona no afecta en esta ocasión
al tamaño del CVS; parece ser que este nuevo ciclo hormonal
de la testosterona centra sus efectos, exclusivamente, en el desarrollo
del aparato genitoreproductor, con vistas a la etapa reproductiva
que se avecina, no afectando, por tanto, al tamaño del CVS.
Lo curioso de este caso es que numerosos criadores afamados me han
comentado que una vez que el canario cierra canto, o está
próximo a cerrarlo (es decir, a adquirir canto adulto) es
cuando emite su canto más dulce y bonito, situación
ésta, que dura entre 15 o 20 días aproximadamente.
Pues bien, en concomitancia con lo expuesto anteriormente, no creo
decir ninguna barbaridad si me atrevo a sugerir la incidencia que
el descenso de testosterona en el mes posterior al cierre del canto
puede tener sobre este hecho, máxime cuando es bien sabido
que tras ese periodo de 15 o 20 días de dulce canto, el canario
poco a poco va tornando su canto más intenso, precipitado
y agresivo, fruto del progresivo encelamiento en el que va entrando;
encelamiento, éste, que se va haciendo más patente
conforme se van elevando los niveles de testosterona en sangre.
5º. En los meses siguientes, a partir de enero-febrero, los
niveles de testosterona irán aumentando progresiva y espectacularmente
hasta llegar a su punto máximo en plena época reproductiva
(primavera). Como hemos dicho anteriormente, durante toda esta fase
el tamaño del CVS se mantiene prácticamente estable
y el canario, con su canto totalmente cerrado, no suele incorporar,
salvo excepciones, nuevas notas a su canción. Lo que sí
sucederá, como señalábamos en el apartado anterior,
es que el canario, a medida que se vaya encelando, emitirá
una canción con intensidad más elevada y con mayor
precipitación y agresividad, en detrimento de la melodiosidad,
dulzura y armonía, lo que, al sensible oído del criador
de canto, produce un efecto tan indeseado como inevitable.
6º. Como dijimos anteriormente, coincidiendo
con el final del ciclo reproductivo y con el comienzo de la caída
de la pluma, se volverá a producir un descenso en el nivel
de testosterona en sangre, que llevará asociada una disminución
del tamaño del CVS. A partir de este momento, el proceso
expuesto en los puntos anteriores volverá a repetirse cíclicamente
cada año.
Espero y deseo que estas pequeñas pinceladas
sobre la fisiología del canto del canario sirvan para que,
aquellos miembros de la lista que, al igual que yo, llevan poco
tiempo en este mundillo y no han tenido aún ocasión
de acceder a la información que he facilitado, puedan ver
ampliados sus conocimientos sobre la canaricultura de canto. Recibid
todos los miembros de la lista un afable saludo.
© José Fulgencio Ibañez Martínez,
14-06-2002.
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