Synsepalum dulcificum
Es un árbol pequeño o arbusto, tropical, de la familia Sapotaceae
La fruta milagrosa obtuvo su nombre de su habilidad natural para hacer que todos los alimentos tengan un sabor dulce. Aunque pequeña en tamaño (menos de 1 pulgada o 2,54 centímetros) esta baya roja es bastante poderosa. Una sensación dulce durará en la boca entre 30 minutos a dos horas sin efectos adversos. Esta fruta también tiene muchas funciones de apoyo nutricional y a la salud.
La planta de la fruta milagrosa (Synsepalum dulcificum) fue descubierta por el explorador francés Reynaud Des Marchais en 1725 en Sudáfrica. Desde ese entonces hubo muchos intentos para convertir esta fruta en un sustituto del azúcar. En la década de 1970, la FDA prohibió su uso como un sustituto, quizás debido a la fuerte presión ejercida por la industria azucarera. Hoy en día, esta fruta milagrosa puede comprarse en forma de tabletas o iofilizada en ciertas localidades.
Una glicoproteína llamada miraculin es lo que hace que las papilas gustativas envíen señales al cerebro indicándole que su sabor es dulce, sin importar cuál sea su sabor en realidad. La glicoproteína tiene 191 aminoácidos y algunas cadenas de hidratos de carbono. La combinación de esta proteína con los alimentos ácidos es lo que causa esta reacción de sabor.
La reacción de sabor más placentera proviene de los alimentos que son inherentemente agrios. Por ejemplo, el vinagre tiende a saber como jugo de manzana, y la lima sabe confitada. Los alimentos que ya son dulces pueden ser repugnantes, y no son recomendables. Por sí sola, la baya milagrosa sabe como un arándano.
La baya milagrosa puede usarse para reducir la ingesta calórica. Aquellos con afinidad por las sustancias azucaradas podrán reducir el consumo de azúcar, aumentar la ingesta de frutas y vegetales y finalmente reducir las calorías diarias. Para los diabéticos, la baya milagrosa es una manera segura de endulzar cualquier plato sin azúcar. Esta baya también puede usarse en pacientes con cáncer bajo quimioterapia, devolviendo el sabor a los alimentos en aquellos que experimentan un sabor metálico debido al tratamiento.
Cuando consumes la fruta milagrosa, no comas la cáscara. Tragar rápidamente la baya no logrará el efecto, se necesitan algunos minutos para activar las papilas gustativas. Siempre consume la fruta dentro de los 15 minutos de haberla descongelado, o comenzará a oxidarse y se volverá marrón. La fruta milagrosa no deja una impresión favorable por sí sola; debes consumirla junto con otros alimentos.
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