Impresiones sobre el actual canario de canto español
o del País
Por el Dr. José Salvador Rico Núñez
Revista Pájaros 1ª época, nº
14, 1961.
Con admiración dedico este artículo
a los aficionados asturianos Sres. Valle y Ecalle, que en la presente
temporada han dado un gigantesco avance en la perfección
del canto del canario del País.
Siempre hemos sido amantes de esta raza de canarios
de canto viril, metálico y variado. Durante años hemos
cultivado su cría y selección, sin haber logrado nunca
una perfección absoluta en su repertorio.
El aficionado a esta rama, a pesar de que posea
un plantel de pájaros seleccionados y bastante bien cantados
con arreglo al Código en vigor, nunca veía colmadas
sus aspiraciones de perfección y siempre deseaba perfeccionar
y superar los defectos que paulatinamente iban surgiendo en su plantel.
En la cría del canario de esta variedad no puede existir
el desánimo ni la apatía.
Nuestro pájaro en estos últimos tiempos
no ha sido perfecto debido a la influencia de múltiples vicisitudes
por las que ha pasado. De todos es sabido que antes de nuestra Cruzada
este canario era muy apreciado dentro y fuera de España,
y que más tarde, debido a su casi total extinción
y a la dificultad de adquisición de alimentos para ellos,
estuvieron a punto de desaparecer.
Coincidiendo con esta adversidad aun sufrió
nuestro pájaro otra mayor: la influencia de la moda. Comenzó
a predominar el canario Roller (denominado vulgarmente clásico
o flauta), que con todo derecho se hizo el dueño absoluto
de los criaderos. Sin embargo, otras variedades, sin ninguna justificación
aparente, invadieron nuestra Península, imperando en el ánimo
de todos los criadores que carecían de tesón y paciencia
para esperar el resurgir de las bondades del canario que nos ocupa.
Nos referimos aquí a los canarios de color y postura y a
ese sin fin de mestizos que todos hemos conocido.
El canario del País dejó de cultivarse
y casi desapareció de nuestra Patria. Quedaron algunos núcleos
dispersos donde de vez en cuando (muy de tarde en tarde) podíamos
encontrar algún que otro ejemplar puro. Como ejemplo de esta
supervivencia podemos citar algunas localidades de Lérida
y Gerona, en Cataluña; Aviles, en Asturias; Cartagena, en
Murcia, Córdoba, en Andalucía, y algunos pueblos manchegos.
No acaban aquí nuestras desgracias, pues algunos de estos
pocos núcleos de pureza racial desaparecen más tarde.
Este es el caso del núcleo asturiano de Aviles, bastardeado
por la pretensión de obtener ejemplares que cantando genuinamente
del país tuvieran cabida dentro de los Concursos de color
en sus variedades limón y rosa. Al catalán le ocurre
algo similar, pues sacrifican el canto a la obtención del
canario de tipo español en color.
La falta de ejemplares puros en cantidad, hace
que los aficionados tengan que disponer de sementales para la cría
que están muy lejos de la perfección en su repertorio.
Para esos crucen siguen dos caminos:
1. Hacia un pájaro definido por unos caracteres
morfológicos determinados (longitud de pico a cola, anchura
de hombros, longitud de pata determinada, etc., etc.). Obtenido
por el cruce de pájaros más o menos puros de raza
del país con ejemplares de pájaros de postura rizados
(desprovistos de rizo).
2. Hacia un pájaro definido por una suavidad
en las notas, con gravedad en la voz, dulzura y melodía,
así como la carencia de estridencias y rascadas. Obtenido
por el cruce de canarios más o menos puros de raza País
con ejemplares de sexo contrario de la raza Roller.
Los resultados en ambos casos han sido los siguientes:
Primero. El canario resultante en el primer caso canta notas de
las incluidas en el Código actual del País, pero con
superabundancia de notas menos meritorias y más estridentes
(chau-chau, piau-piau, timbres metálicos) y las terribles
rascadas.
En el segundo caso el pájaro obtenido canta
notas del actual Código del País intercalando notas
propias del Roller (mal ejecutadas) y, sobre todo, realizando el
timbre grave como un rulo imperfecto.
Muchos aficionados opinan que el pájaro
del segundo caso es más bonito y más variado que el
canario del País puro. Esto es un criterio personal muy respetable,
pero que nosotros, los criadores del país, no podemos admitir,
porque precisamente la característica primordial de la belleza
del canto de nuestro pájaro es antagónica del canto
rulado.
Los antiguos aficionados a esta modalidad recuerdan
con cariño y nostalgia las notas metálicas, llenas,
armoniosas, así como los maravillosos floreos de aquellos
antiguos ejemplares. Criadores de canarios Roller nos aseguran que
a pesar de no gustarles en su totalidad el repertorio de nuestro
canario, le reconocen la belleza de sus notas de adorno o floreos.
Hay quien opina que los timbres de nuestro canario
son verdaderos rulos y que el timbre verdadero es lo que nosotros
denominamos cascabeleo. Opinión que nosotros no compartimos,
pues sin tener grandes conocimientos en acústica, podemos
discernir perfectamente el sonido que se asemeja al de un zumbador
eléctrico agudo (timbre agudo) al producido por un pequeño
cascabel agitándose rápidamente. Así las cosas,
los criadores de canarios del País siempre nos hemos encontrado
en inferioridad a los criadores de otras modalidades. Hemos sufrido
un verdadero complejo de inferioridad, justificado en parte, por
no poder presentar en determinadas ocasiones ejemplares puros y
completos, que convencieran de una manera práctica y resolutiva.
Creo que ha llegado la hora de desechar esos complejos,
trazarnos un camino y decirles a todos que ya tenemos canarios de
canto español dignos de ser oídos donde quiera que
sea. Os diré cómo ha sido logrado esto: en todas las
ramas del saber, en las artes y en las profesiones, existen individuos
obcecados en una idea preconcebida, que se marcan una línea
de conducta definida sin que nada ni nadie sea capaz de torcerla.
Esto ha ocurrido en nuestro caso. El aficionado ovetense D. Antonio
Ecalle ha logrado en un año el sueño del criador del
canario del País. Ha logrado un canario de dicción
perfecta, de canto metálico, lleno y, sin embargo, no exento
de gravedad, cantando con indescriptible reposo, con un repertorio
salpicado de bellísimas notas de eco o compuestas (cinco
o seis distintas en cada emisión), con variados cloqueos
con un solo timbre (el metálico) y el piau, pian más
bonito y silvestre que jamás hayáis podido oír.
Este canario no se ha obtenido en Oviedo por generación espontánea
ni por casualidad; ya los aficionados ovetenses nos tienen acostumbrados
a meritorios ejemplares todos los años. Recordemos el Campeonato
Ibérico de 1958. Recordemos que el Sr. Ecalle es un antiguo
aficionado que domina los secretos de la Canaricultura. Estos revolucionarios
canarios los ha obtenido por dos caminos distintos. Una de las ramas
no lleva más que el cincuenta por ciento de la sangre de
la otra y, sin embargo, el canto es más perfecto y la voz
más bonita. Estos pájaros se han logrado apartándose
todo lo posible de lo hasta ahora logrado; con sementales de voz
metálica, con cierta dureza y desprovistos por completo de
gravedad en la voz. El resultado ha sido obtener canarios que asemejan
ruiseñores enjaulados.
En Madrid ya se oían buenos pájaros
obtenidos por consanguinidad colateral, con predominio en su repertorio
de cloqueos, notas lentas, cascabeleos y notas de eco, pero honradamente
hemos de deciros que los canarios asturianos han superado total
y rápidamente a todo lo que estábamos acostumbrados
a oír.
El caso del Sr. Valle, de Gijón, es distinto.
El cruce de un canario silvestre con canaria del País ha
dado una descendencia con voz llena, con notas de adorno muy poco
frecuentes, cloqueos y cascabeleos francamente buenos, voz muy metálica.
Estos pájaros en Gijón son un gran avance, pues anteriormente
se apreciaba mucho mestizaje (con sus típicos rulos) en casi
todos los criaderos.
Queda mucho camino que recorrer, pues el repertorio
de estos canarios es corto y creo es factible poderlo aumentar con
nuevos cruces. Oviedo nos ha marcado el camino a seguir, volver
a lo antiguo (como el Sr. Ecalle) o al canario silvestre (como el
Sr. Valle), si esto fuera preciso; pero nunca inclinarse a cruzar
nuestros canarios con pájaros procedentes del color ni del
Roller, que sería perder el tiempo de una manera absurda
y pertinaz.
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