El Reglamento del Timbrado, comentado
Por Antonio Drove Aza
Revista Pájaros nº 25 de 1963
(Continuación)
Comprobamos en el capítulo anterior, por
la representación fonéticatal como los representa
el Reglamentoque los llamados Timbres del canario Timbrado
son auténticos Rulos, porque en ambos la estructura de modulación
y el ritmo de su emisión son idénticos, aunque en
la práctica las rudezas de expresión y vocalizaciones
poco gratas en la mayoría de estas notas básicas del
Timbrado puedan parecer muy distintas a los aficionados muy poco
expertos en canto Roller.
En cambio, se dan casos paradójicos frecuentes
en los que, canarios Timbrados que emiten Timbres según las
características preconizadas por el Reglamento son descalificados
en los Concursos. Pero, ¿por qué ha de cometerse esta arbitrariedad
con canarios que ejecutan unas notas que dicen ser básicas?
¿Es que acaso el Reglamento no define a los Timbres como sonidos
ininterrumpidos o continuos de duración
prudencial y establece además a los dos Timbres, intermedio
y profundo, como notas del mayor mérito y puntuación?
Es lógico, por tanto, que los cultivadores
de este canto presenten sus canarios con variedad de Timbres esmerándose
en el cultivo de los de mayor puntuación y mérito,
porque de lo contrario. ¿para qué se estableció el
Reglamento y el Código sino para mejorar el canto Timbrado
tan quiméricamente impuesto a los criadores del canario del
País, y tan discutido, por otra parte, por los que no hemos
podido aceptar en ningún momento la denominación de
Timbrado en su doble significado: bien como clase de modulación,
o como tonalidad bien definida. ¿Es que los Rulos son las notas
básicas del canto puro del País?, y, por otro lado,
¿son los tonos metálicos o altos los que solamente
confieren belleza característica a nuestro popular y alegre
cantor? Entonces, ¿por qué se establecieron, absurdamente
conjugadas en el Reglamento, unas notas básicas ruladas y
además específicamente determinadas con tonalidades
intermedia y profunda bajo la denominación
incorrecta de Timbres?
El precisamente este doble significado de Timbrado
el que causa la más absoluta confusión entre los aficionados
porque no llegan a comprender la razón por la que un canario
cuyo canto ha sido reconocido internacionalmente puede ser descalificado
ahora por el hecho de emitir los Timbres intermedio y profundo perfectamente
definidos en el Reglamento. La justificación es bien lógica
bajo el punto de vista técnico, puesto que, internacionalmente,
canto Timbrado supone, implícitamente, que este canto ha
de poseer necesariamente tonalidades altas, metálicas
o timbradas. Es decir, que Timbrado significa tono alto o metálico
y, por tanto, canario de canto Timbrado no debe interpretarse como
canario productor de Timbres (notas) como lo define el Reglamento,
sino como canario cuyo tono de voz ha de ser forzosamente metálico
en su variado repertorio de canto. Con esta aclaración se
comprenderá el contrasentido en que incurre el Reglamento
al aceptar como notas básicas al Timbre intermedio
y al Timbre profundo, ninguno de los cuales posee el tono
metálico imprescindible para que el canto así considerado
responda al concepto internacional de Timbrado.
Por lo expuesto, se dará cuenta la afición
que el adjetivo Timbrado no es correcto, ni muchísimo menos,
aplicándolo al canto del canario del País, puesto
que, por haber sido presentado y aceptado internacionalmente bajo
esta absurda denominación, el canto de nuestros canarios
del País ha de amoldarse en lo sucesivo a una tonalidad muy
limitada que ha de parecer a estas alturascuando una buena
mayoría de cultivadores ha comprobado una mayor belleza en
la mayor parte de las notas típicas emitidas con tonalidades
más redondeadas y extensasinsuficiente para mantener
contrastes amplios de tonalidad en el variado repertorio del buen
canto del canario puro del País.
Esta limitación de tonalidad que nos ha
sido impuesta desde el exterior (¿no se ha dicho que había
sido aceptado el Timbrado sin reparo alguno?) supondrá que
el canto de los canarios Timbrados deberá limitarse a tonos
timbrados y, por tanto, a la ejecución de una sola de las
tres notas básicas: el Timbre metálico, porque de
lo contrario si llegan a emitir otras notas, básicas o no,
con tonalidad más baja deben ser descalificados en los Concursos.
El Reglamento al no tener en cuenta el significado internacional
del adjetivo Timbrado, y al considerar, por el contrario, a los
Timbres como notas básicas del canto Timbrado comete
un doble error técnico bien manifiesto en la realidad canaricultora,
por cuanto ni los mal denominados Timbres son básicos, puesto
que enmascaran a unos Rulos impropios del canto puro del País,
ni la tonalidad del Timbre intermedio y mucho menos la del
Timbre profundo se amoldan al concepto real de tono timbrado
que se desconocía cuando se estableció el Reglamento
y tal vez también cuando desoyendo advertencias de quienes
por obligación debíamos hacerlo, se apresuraron a
presentar a juicio internacional un canto que, a juzgar por las
normas dictadas por el Reglamentocomo patrón inmutable
del verdadero canto Timbradodista mucho de las cualidades
tradicionales del buen canto del canario puro del País que
hemos conocido en nuestra larga vida de aficionados y que, modestamente
he inculcado a quienes reconocen hoy una mayor belleza de canto
sobre el tan absurdo y discutido Timbrado.
Que los Timbres preconizados en el Reglamento son
auténticos Rulos es una verdad que no debe ofrecer la menor
duda a nadie y mucho menos a los interesados en mantener los erróneos
conceptos del Reglamento y muy en particular a quienes hace bien
pocos años establecían particulares convencimientos
de la inmejorable calidad del canto Roller rama Glucke en sus propagandas
publicitarias. Si entonces consideraban inmejorable el canto rodado
obtenido por mixtificaciones de Glucke (Cloqueos), ¿por qué
razón no han de ser Rulos los Timbres preconizados en el
Reglamento aun en el supuesto de que fueran representados fonéticamente
como mixtificaciones?
Si bien es cierto que el canto Roller de la más
alta calidad debe poseer unas características muy propiasprecisamente
las mismas que pretendo inculcar a la afición desde los distintos
capítulos de mi "Iniciación al canto clásico
Roller" al objeto de estimular la máxima pureza de las modulaciones
y de las tonalidades, no por eso hemos de negar la evidencia
de lo que ocurre en la práctica tanto en nuestros Concursos
como en los del exterior: ¿es que el Código o Estándar
Roller o del Harz no acoge con notas puntuables a los Rulos mixtificados
de otras notas varias, como también a los muy cortos o a
los de muy larga duración, e incluso a los Rulos emborrados
y mediocres tanto por su tono como por su imperfecta modulación,
aunque, como es lógico, con puntuaciones adecuadas al mérito
y pureza de los mismos?
Por tanto, no debemos considerar a los Timbres
del Timbrado como auténticos Rulos solamente cuando son emitidos
con vocalizaciones gratas y tonalidades profundas, sino también
a los mediocres, a los muy cortos de duración, a los mal
definidos y a los de tonalidades ambiguas: Serán en todos
los casos auténticos Rulos siempre y cuando mantengan el
carácter rodado que es precisamente el que da lugar a la
percepción de un sonido continuado o ininterrumpido
como consecuencia del rápido batido silábico en la
modulación característica de estas notas ruladas.
¿Es que el Reglamento no define así a los
Timbres? Es preciso, pues, aclarar este concepto de "sonido ininterrumpido
o continuo" que caracteriza a los Rulos y por lo que se ve también
a los Timbres del Reglamento. Con esta aclaración demostraremos
la veracidad de mis afirmaciones y al mismo tiempo complaceré
a los cultivadores del canto del País que han pedido que
continúe con mi labor constructiva en favor del buen canto
puro del País. A los otros, a los que les molesta que me
inmiscuya en una modalidad de canto que no me compete y consideran
mi labor un tanto destructiva, deben saber que las páginas
de esta Revista están dispuestas siempre a la controversia,
porque, precisamente, lo que necesita la afición y la Revista
Pájaros para general difusión, son colaboradores con
criterios técnicos propios que puedan rebatir y aclarar criterios
o teorías de quienes podemos comprometer en todo momento
nuestro modesto prestigio de canaricultores, porque, a no dudarlo,
resulta más fácil y mucho más cómodo
crear ambientes de convencimiento en tertulias canarícolas
poco instruidas, que exponerse al descrédito desde las páginas
de una revista, que por su difusión en todo el ámbito
nacional, debe ser leída, lógicamente, por muchos
aficionados que pueden juzgar, por conocimiento de causa o por su
sólida cultura, sobre la verdad o falsedad de lo que en ella
se escribe.
Aclaremos el concepto de notas Timbradas que define
el Reglamento en el preámbulo y que dice así: "...formadas
por sonidos ininterrumpidos o continuos durante un tiempo prudencial...".
Pues bien, veamos: Por experiencias llevadas a cabo por sabios psicólogos
de prestigio universal se ha llegado a aceptar en Acústica
que el oído humano normal es incapaz de separar instantáneos
y sucesivos estímulos sonoros que se diferencien en 1/15
de segundo debido a un fenómeno normal de persistencia sensorial
en virtud del cual se mantiene en nuestra conciencia durante 1/15
de segundo cada uno de los estímulos instantáneos
anteriormente recibidos. Esto quiere decir que en una serie de sonidos
instantáneos emitidos con una velocidad o frecuencia inferior
a 15 emisiones por segundo podemos apreciar el intervalo entre cada
uno de los sonidos percibidos. En cambio, y debido al fenómeno
de persistencia del sonido en nuestro oído, no podremos distinguir
las intermitencias regulares si la frecuencia es superior a 15 emisiones
por segundo, dando lugar en este caso a la percepción de
un sonido tanto más continuo cuanto mayor sea la velocidad
de emisión de los sonidos instantáneo.
Con nuestra vista ocurre el mismo fenómeno
de persistencia sensorial, motivo por el cual para percibir sensaciones
de continuidad es preciso que aparezcan a nuestra vista estímulos
luminosos superiores á 15 por segundo. Tal es el caso del
Cinematógrafo. En el cine mudo se impresionaba y proyectaba
la cinta a un ritmo de 16 fotogramas por segundo. Hoy se utilizan
24 fotogramas para ambas operaciones, por lo que la sensación
de continuidad es más perfecta, como es lógico.
Este concepto acústico de persistencia podemos
aplicarlo igualmente al canto de los canarios para damos cuenta
de que son precisos asimismo un mínimo de 15 estímulos
sonoros para producir la sensación de continuidad, requerida.
Pero este sonido no es puramente continuo en cuanto a la amplitud
de los estímulos emitidos porque al chocar sucesivamente
unos con otros modifican la envolvente de la onda modulada, dando
lugar con tal choque a la aparición de una r, más
o menos dura, que bate o liga a cada uno de los sucesivos estímulos
como consecuencia de la modulación gutural utilizada por
los canarios Roller para expresar las ruladas clásicas, si
su ritmo de emisión es del orden de 30 batidos por segundo;
sin que esto quiera decir que emitido a otro ritmo bastante distinto
dejemos de denominar Rulos a las notas así obtenidas.
Si el ritmo aumenta en velocidad, el sonido percibido
tenderá a ser más continuo y el batido más
rápido, obteniéndose la sensación de sonido
vibrante, y por tal motivo denominamos Rulos vibrantes a los así
modulados. Por el contrario, si el ritmo decrece la sensación
de continuidad del sonido es inferior por ser el batido más
lento, obteniéndose ruladas que pueden llegar a confundirse
con otras notas de emisión no ligada o intermitente, si el
batido es tan lento que casi permite distinguir los intervalos.
En este caso, a pesar de denominarse Rulos compuestos a los así
expresados, es cuestión muy discutible técnicamente,
puesto que prácticamente no existe batido silábico.
Concretamente, en los Rulos guturales compuestos
o mixtificados, como los obtenidos por composición de Glucke
(Cloqueos), el ritmo del batido es mucho más lento porque
el canario tiene que modular en la laringe ya no sonidos instantáneos
susceptibles por tanto de rapidísimo batido, sino sonidos
mucho más complejos como son los Cloqueos que previamente
deben ser modulados por la lengua (modulación lingual). Por
tanto, para ejecutar ruladas de Cloqueo la modulación debe
ser: con la lengua para "pronunciar" Cloqueos y con la laringe para
batirlos entre sí, si queremos que posean el carácter
rodado tal y como se representan fonéticamente en los tratados
de canaricultura Roller: Klukr. Klukr. Klukr..., emitidos por supuesto
a ritmo lo más acelerado para que sin perder el carácter
básico de Cloqueos puros exista la posibilidad (muy remota)
de batido entre ellos. Se comprenderá que esta nota mixtificada
o compuesta, es muy discutible bajo el punto de vista de continuidad
de sonido y, no obstante, a pesar de que su ritmo no puede ser tan
acelerado como para que cause sensación de batido silábico,
se la denomina Gluckenrollen (Rulos de Cloqueos), y no tan sólo
se les considera como Rulos compuestos, sino que en la práctica
se aceptan como Rulos puros a los influenciados por el cultivo absorbente
de los Cloqueos simples, obteniéndose Ruladas que distan
mucho por su mayor dureza de ser equiparadas a los dulces y melodiosos
Rulos clásicos del auténtico canto del Harz, y, no
obstante, los que cultivaban esa modalidad de canto impuro no tenían
inconveniente en afirmar, porque les interesaba, una suprema belleza
del canto Roller rama Glucke y negar ahora, también porque
les conviene, que los Timbres del Timbrado no son Rulos, cuando
el Reglamento los define como verdaderos Rulos clásicos.
(Continuará)
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