Normalmente siempre nos llama la atención un buen canario
por su "calidad de voz" y "buena dicción "
o por su "repertorio o canción" de gran mérito
y valor.
El grado máximo , por supuesto, es el canario
que posee las dos características. Suelen ser los grandes
campeones , el objetivo final de todo canaricultor de T.
E.
Estas dos características , que pueden ir
unidas como ya hemos dicho, son hereditarias y tienen una
explicación tanto genética como morfológica.
El buen desarrollo de los canarios en sus primeros
meses de vida mediante el ejercicio en las voladeras que le van
a hacer desarrollar una buena complexión torácica
, junto a una alimentación equilibrada huyendo de
las proporciones de semillas ricas en grasas que pueden llevar a
nuestros canarios a la obesidad y por lo tanto a una disminución
de la capacidad de almacenar aire que traería como consecuencia
una disminución en la capacidad del canto.
Esta buena alimentación , basada principalmente
en el alpiste y la nabina , semilla esta que posee principios que
actúan sobre la glándula tiroides, estimulando la
actividad, el metabolismo y la predisposición al canto. Junto
con el buen desarrollo físico mediante el ejercicio unido
a una influencia directa del medio ambiente (luminosidad adecuada,
ventilación , sonoridad y sosiego del habitáculo)
nos dará como resultado canarios con aptitudes para el
canto.
Tanto la calidad de voz como el valor de la canción,
depende en gran medida de la calidad de la estirpe, expresada
en su carga genética y en la conformación de su estructura
fonadora o de canto.
Una buena dicción es la claridad
y la nitidez con que el canario emite tanto las vocales como las
consonantes, llegando a la musicalidad por el equilibrio entre estos
dos sonidos (vocales y consonantes).
La forma y estructura de los órganos que
constituyen todo el aparato responsable del canto de nuestros canarios
se hereda y por tanto es susceptible de trabajo y seguimiento.
De ahí el mérito y el acierto de
muchos canaricultores de seguir o crear la estirpe "buena",
esa que posee calidad (tanto de voz , como de canción).
El canto morfológicamente se produce cuando
el canario expulsa el aire desde sus pulmones, los sacos aéreos
amplían la potencia de este aire que hace vibrar a la siringe
(este órgano está formado por un ensanchamiento final
de la tráquea y de los dos primeros semianillos de cada bronquio
en los que catorce diminutos músculos tensan las membranas
internas de esta auténtica caja de resonancia), pasa el aire
por la tráquea, por la cavidad bucal y finalmente el pico.
Este proceso es el canto de nuestros canarios,
donde cada uno de sus elementos son fundamentales e indispensables.
La interpretación de ese canto y la emisión
de estos sonidos vienen dados por las siguientes características
fundamentales:
El Timbre de voz
El timbre de voz es el carácter más
particular de cada ejemplar , distinguible incluso entre ejemplares
de una misma familia o estirpe. Es una superposición a un
sonido principal, de varios sonidos secundarios que se añaden
de una forma musical y armónica. La posición, altura
y el número de estos sonidos determinan y caracterizan el
timbre de voz.
La Intensidad del sonido o fuerza vocal
Se produce como consecuencia de la potencia con
que el canario expulsa el aire, así como el volumen de aire
almacenado en el aparato respiratorio antes de la emisión.
La mayor potencia y el mayor volumen de sonido
viene dado por una mayor cantidad de aire y una mayor fuerza en
los músculos de la caja torácica.
Ritmo de emisión y Tono
El ritmo de emisión es consecuencia directa
a su vez del ritmo de vibración de las membranas siríngeas
y de la particular formación final de la tráquea.
La influencia directa del ritmo en el tono es notable. A mayor aceleración
del ritmo de vibración, más agudo es el tono
de sonido. Por el contrario, a ritmo más lento le corresponde
el tono más grave.
En el tono del canto tienen una influencia directa,
tanto la longitud del músculo que alarga y contrae la tráquea
como el diámetro de los bronquios, así como las terminaciones
nerviosas de la estructura anatómica fonadora.
Como conclusión podemos deducir que una
buena capacidad torácica junto con una buena conformación
de la estructura anatómica fonadora e indispensable para
conseguir canarios de categoría. Junto a ejemplares pertenecientes
a estirpes o por ellos mismos, poseedores de calidad genética
demostrada, tenemos las herramientas necesarias con las que
podemos conseguir canarios con facultades y con verdadero mérito.
No es cuestión de tamaño, sino de
una estructura determinada y exitosa, averigüemos en qué
ejemplares se encuentra.
En nuestras manos está, potenciemos y distingamos
estas características, no seleccionemos lo mediocre. El éxito
es cuestión de tiempo, trabajo y sentido común.
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