El problema es que no todas las líneas domésticas sirven para cruzar con silvestre y que no cualquier silvestre vale tampoco. Son muy escasas las poblaciones de canario silvestre que realmente aporten pocos defectos o que los que aporten se puedan erradicar y compense ésto con las virtudes que dará el cruce son pocas, y aun creyendo uno que el defecto está eliminado de la línea puede resurgir en cualquier momento por un cruce inadecuado o por alguna recesividad genética. Un criador amigo mío me dijo que hay poblaciones de silvestre sin píos, chaus, rascadas ni timbres. ¿Es eso verdad?
Cambiando de tema me parece bien que haya personas que estén a favor de las riñas y otras en contra pero exibir a favor de ellas el argumento de que son notas con las que el pájaro expresa su hombría y que no deben ser extirpadas no me parece correcto. Por esta regla de tres también justificaríamos los timbres, estridencias y notas con ch, que son las más dominantes y las que más receptividad provocan en las hembras. Personalmente soy favorable a las riñas suaves y con moderación, aunque no las considero ni mucho menos indispensables en el canto de nuestro timbrado.