Hoy vamos a contar una historia...Dice así. Una mañana después de haber anillado la tarde-noche anterior (que es como se hace). Me acerqué por el criadero, miré mis parejas, todo estaba perfecto, hasta que llegue a la altura de la jaula donde había anillado ayer...no, las crías estaban en la rejilla, tiritaban de frío, las pobres...su madre en el "afanamiento" diario por tener las tareas de limpieza bien hechas, había arrastrado a las crías fuera del nido...jodidos anillos, nada, volveré a anillar otra vez esta tarde cuando regrese del trabajo...Pero al día siguiente igual, ni el esparadrapo surtió efecto en la disuasoria intención de disimular el brillo de los anillos. Saben qué, que José Luis decidió embuchar a palillo...se los quitó a la madre con cinco días. José Luis, el Sr. Quintero a partir de ahora, trabaja, decidio llevarse los pollos al trabajo...Dios...pedían comida cada instante, como cebarlos si pasa muchas horas en el coche, pues al coche con el nido y la papilla, que padre ejemplar el Sr Quintero, los pollos hoy en día están casi a punto del destete y tienen más kilómetros que algunos de nosotros, aprendieron a volar en el coche. Les puedo asegurar que es una historia para publicar en el National Geographic...
Les dejo el vídeo, es alucinante, asombroso, increíble...
Dedicado a José Luis Quintero (Agracanto. C.N. A35D) Gracias Sr. Quintero por mostrarnos su tenacidad y cariño con esos pajarillos. FELICIDADES.
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El Sr. Quintero también disfruta en su criadero de una nidada de seis pollos, hasta ahora, no han dado problemas, pero como se enteren de lo buen padre que es...miedo me da....continuará...
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