Cuentan las crónicas que en el año 2000 se celebró una competición de remo entre dos equipos, uno compuesto por trabajadores de una empresa española y el otro por sus colegas de una empresa japonesa.
Se dió la salida y los remeros japoneses empezaron a destacar desde el primer momento. Llegaron a la meta pero el equipo español lo hizo con una hora de retraso sobre los nipones.
De vuelta a casa, la Dirección se reunió para analizar las causas de tan bochornosa actuación y llegaron a la siguiente conclusión:
"Se ha podido detectar que en el equipo japones había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que en el español había un remero y diez jefes de servicio, por lo que para la próxima competición se tomarán las medidas adecuadas".
En el año 2001 se dió de nuevo la salida y nuevamente el equipo japones se empieza a distanciar desde la primera remada. El equipo español llegó esta vez con dos horas y media de retraso sobre el nipón.
La direccion se volvió a reunir despues del sonado rapapolvos de Gerencia para estudiar lo acaecido y vieron que ese año el equipo japones se compuso nuevamente de un jefe de equipo y diez remeros, mientras que el español, tras las eficaces medidas adoptadas el año anterior, se compuso de un jefe de servicio, dos asesores de gerencia, siete jefes de sección y un remero. Por lo que, tras minucioso analisis se llega a la siguiente conclusión:
EL REMERO ES UN INCOMPETENTE
En el año 2002, como no podia ser diferente, el equipo japones se escapó nada más darse la salida. La trainera que este año se habia encargado al departamento de nuevas tecnologias, llegó con cuatro horas de retraso.
Tras la regata y a fin de evaluar los resultados, se celebró una renunión de alto nivel en la cuarta planta del edificio, llegandose a la siguiente conclusión:
"Este año el equipo nipón optó una vez más por una tripulación tradicional formada por un jefe de equipo y diez remeros. El español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial del departamento de informática, optó por una formación mucho más vanguardista y se compuso de un jefe de servicio, tres jefes de sección con plus de productividad, dos auditores de Arthur Andersen, cuatro vigilantes jurados que no quitaban ojo al único remero al que habían amonestado y castigado quitándole todos los pluses e incentivos por el fracaso del año anterior".
Tras varias horas de reuniones se cordó que en la regata de 2003 , el remero será de una contrata externa, ya que a partir de la vigesimoquinta milla marina se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, que roza el pasotismo en la línea de meta.