No soy muy experto en temas genético pero cuando criaba color nunca cruzaba menos de dos saltos generacionales (mínimo abuelo por nieta) y siempre buscando realzar alguna virtud concreta (y no porque un abuelo haya sido bueno y quiera seguir con su sangre tal cual).
No soy muy partidario de la mezcla excesiva de sangre pues, además de las virtudes, también se potencian los defectos y pre-disposiciones genéticas a tener ciertas enfermedades (animales más débiles).
Soy más partidario de la selección de buenas parejas que de la consanguineidad de ejemplares buenos.