Hola a todos:
Estamos ya a mediados de mayo y ya tenemos un puñado de pajarines jovenes para preparar en esta nueva temporada de concursos, ahora toca subirlos lo más sanos posible, que tengan una buena muda, prepararlos para los concursos (cada uno como estime más oportuno) y... La suerte estará echada; nos quedará esperar con la incenterza de no saber la calidad final de nuestros ejemplares.
Me gustaría aconsejar a los noveles, sobre todo a aquellos que crían discontinuos (no por nada, es que de la otra tendencia no tengo ni idea) decirles que tengan paciencia, que tendrán que desechar muchos ejemplares, se les vendrá un poco todo encima y se frustrarán pero que le echen un par y sigan adelante, que se apoyen en los más experimentados y que con trabajo y paciencia llegarán los resultados.
Pensar que esto es un poco como la selección natural, quedan los que de verdad tienen pasión por esta afición y concretamente esta tendencia y los demás van quedando por el camino pero, así es...
No os ceguéis por las patrañas que se cuentan en los foros, por las riñas y demás, eso no es que sea normal, pero es inevitable aquí y en la "conchinchina". Cuando llegan los concursos... ¡Ay cuando llegan...! A mi personalemnete me encanta conocer en persona a los criadores que dejan caer chorros de tinta por estos lares, esas cervecitas, esos ratitos escuchando y comentando los pajarines en cabina, conocer esos señores que por suerte, a día de hoy son muchos más cercanos, los señores jueces, y digo bien, señores jueces...Ellos si tienen pasión, para estar a veces hasta doce horas escuchando pajaritos, ya me diréis si es pasión o que narices es.
Aprovecho que me he metido en este jardín para hacerles un reconocimiento público por su labor, a veces acertada y otras no tanto, pero vamos, como todo en la vida.
Observar como se mueve la gente por toda la geografía a sabiendas que no volverán con un trofeo entre manos, bueno o sí, el mejor de ellos, esas vivencias que os contaba en el anterior párrafo, esas, esas sin son trofeos de calibre, esos abrazos sentidos cuando nos vemos después de un año, esas risas, esas bromas, en definitiva... Esas vivencias.
La canaricultura tiene una carga social impresionante, simplemente por el hecho que personas que crian con tanto amor y paciencia esos pequeños bichitos, tienen que ser personas muy sensibles en su mayoría y esa sensibilidad es la que tendríamos que explotar, esa que nos hace recorrer cientos de quilómetros para ver a un amigo.
Joder perdonarme, me estoy extendiendo mucho, empecé por un lado y entré en trance, la que he liado, lo dejo aquí...
Saludos.