Urgente urgente

[JOSÉ A. DÉNIZ HERRERA]

Muy buenos días: Difícil diagnostico el de los pichones que mueren los primeros días de vida, pues nos podemos encontrar con: salmonelosis, colibaciolosis, coccidiosis, pasteurelosis, candidiasis hasta con el punto negro (circovirus), pasando por otras muchas enfermedades, así que si ya es complicado para el canaricultor más experto, me puedo imaginar para todos aquellos que empiezan en este hobby, aunque por ahí hemos tenido que pasar todos, y hoy día con las nuevas tecnologías se pueden encontrar la solución a los problemas con mucha más rapidez.
Por ese motivo debemos seguir una normas para la cría: dieta adecuada para esta época, condiciones ideales de temperatura, humedad, luz, ventilación e higiene, cuarentena para todas aquellas nuevas adquisiciones, también para aquellos ejemplares que hayan estado en exposiciones/concursos, no utilizar ejemplares que no estén en perfecto estado de salud, estas son algunas de las normas a seguir, si se desea tener algún éxito en la cría.


Saludos.

[FERNANDO SÁNCHEZ]

Éste es el gran "caballo de batalla" de todo canaricultor y que afecta todos los años a muchos aficionados que nos escriben desesperados para contarnos su caso.

Estamos hablando de esas pertinaces "infecciones invisibles" trasmitidas de padres a hijos y que afectan fatalmente a las crías cuando éstas solo cuentan con escasos días de vida, lo que sin duda resulta de lo más doloroso y descorazonador para el ilusionado criador que tiene que contemplar impotente como en el trascurso de breves días todo el fruto de su trabajo y dedicación se va al traste.
Las normas de cría que cita el Sr. Déniz, siguen siendo las claves fundamentales para paliar todo este tipo de enfermedades infecto-contagiosas causadas por agentes bacterianos, ya que una vez desarrolladas se hace materialmente imposible el poder establecer un diagnostico preciso basándonos en unos síntomas descritos a través de un post, lo que obliga, como último recurso, a aconsejar algún remedio farmacológico de urgencia que en algunas ocasiones puede ser efectivo pero que en otras muchas, no.

Ante estos casos desesperados que nos suelen exponer algunos aficionados afectados por problemas de este tipo, siempre suelo recomendar "in extremis" y como último recurso un antibiótico de amplio espectro diluido en el agua de bebida durante los 5-7 primeros días de vida de los pollos, junto a un protector hepático, pues aún a sabiendas de que se puede estar totalmente equivocado aventurando un diagnostico a ciegas, el riesgo asumido nunca podrá acarrear males mayores de los que irremisiblemente se producirán si finalmente decidimos no hacer nada.

Sobra decir que en la mayoría de los casos, lo ideal consistiría en solicitar los servicios de un veterinario especialista en aves para efectuar una completa analítica, pero también sabemos que esto raramente se hace por muy diferentes y diversas razones que no viene al caso entrar a valorar.

Saludos.