Desde que empecé hace algunos años en esto de los canarios de canto, me interesé por ver como se preparaban, como maduraban y como es inutil intentar imponer el gusto por un canario. Cada uno que crie el pájaro que quiera, a ninguno de nosotros nos van a decir los pájaros que tenemos que tener en casa. El quiera timbrado, timbrado. El que quiera roller, roller. El que quiera malinois, malinois. Y el que quiera canarios discontinuos, canarios discontinuos. ¿Qué tenemos que decir de unos o de otros si en el respeto a los demás está el que nos respeten a nosotros mismos? No se a cuento de que aparecen críticas desde posiciones tan cercanas al canario discontinuo, tampoco se que pintan las federaciones en este fregado, mucho orgullo y pocas ganas de solucionar rencillas. Hablando se entiende la gente, pero en la sociedad en general y en la canaricultura en particular nos falta eso, hablar. Opinar como personas civilizadas que doy por supuesto que somos ¿tan difícil es?
Ánimo, lo conseguiremos.
Se acerca el momento de la verdad, cuidado con el enjaule de los pajarillos. Suerte a todos.