Queridos reyes magos...
Os escribo esta carta para pediros algún que otro regalito para estas fechas. En un primer momento mi intención era pediros un sólo regalo y bastante importante para mi, pero he cambiado en el último instante.
Este año creo que he sido muy bueno y por tanto, supongo que me lo hubierais concedido sin mayores problemas.
Quería para el seis de Enero un reconocimiento oficial para nuestro querido cantor, ese que compartimos tantos criadores y que con tan poca cabeza dividimos por preferencias un tanto egoístas. Finalmente he preparado una lista de otros regalos...
Para mí hubiera sido más fácil pediros el reconocimiento y listo, incluso para vosotros también hubiera sido lo más factible, pero con eso no hubiéramos solucionado la problemática planteada a día de hoy y, pedir por pedir, no tiene sentido. Quisiera atajar el problema de raíz y por tanto os pido:
Un carro cargado de compresión.
Otro completamente vacío para llenarlo de orgullo sobrante que tenemos los mortales.
Un cofre gigante cargado de diálogo.
Otro más grande aún si puede ser para llenarlo de odio, recelo y envidia.
Una caja fuerte donde guardar a salvo los intereses de cada cual.
Otra vacía para llenarla de egoísmo.
Una inmensa mochila cargadita de entendimiento y predisposición.
Otra que se lleve la prepotencia y la imposición.
Hay un último regalo que me gustaría tener. El mejor cantor de la temporada 2008-2009 y con el deseo que más que cantar, hablase y nos diera a todos una lección de humildad, que hiciera que se nos cayera la cara de vergüenza a todos y que desmontase montañas de hipocresía.
Finalmente pediros que hicieseis desaparecer el carro de orgullo sobrante, el cofre de odio, recelo y envidia, la caja fuerte llena de egoísmo y la mochila de prepotencia e imposición.
Sé que no es tarea fácil cumplir mis deseos, pero creo en vosotros, sé que realmente sois magos y espero poder convertir mi ilusión en una realidad.
Sin más me despido de sus majestades a la espera de ver cumplido mis sueños y si no fuera así, os doy las gracias por el simple hecho de haber conseguido que algún que otro lector, reflexionara por mediación de esta carta pública.
Javi.