Hola,

No me dedico a la canaricultura pero toda la vida he tenido canarios y bueno, algunas cosas he aprendido con el tiempo, pero como esto es un foro de canario os voy a presentar a los míos.

Los primeros canarios con los que recuerdo haber convivido fueron Nieve y La Pajarina. Los teníamos en una terraza cerrada, siempre sueltos. Ahora que lo pienso, creo que en proporción tenían más metros cuadrados que yo.

Para ser un canario Nieve era bastante grande, totalmente blanco, con unas plumillas anaranjadas en la cabeza. Era un placer oírlo cantar (bueno, no es que fuese de competición pero el tío se defendía). Llegó a vivir 11 años y está enterrado en la finca de unos tíos míos, con lápida y todo. Mi padre le hizo una pequeña tumba de madera. La discusión sobre dibujarle o no una cruz cristiana al ataúd no tuvo desperdicio. Al final mi padre decidió que el pájaro había sido cristiano. En fin.

La Pajarina era rojiza, parecía hecha de fuego. Diminuta y lista como ella sola. Murió de una pulmonía.

Un día les puse un nido y salió un pajarín que no llegué a ver crecer porque se le escapó a mi abuelo. El pobre me compró otro canario: Pistacho o Tacho, llamado así porque era básicamente verde. Murió al poco tiempo en un encontronazo con un gorrión.

Ahora tengo de nuevo una pareja: Ramón y Ramona.

Ramón es un precioso canario grisaceo cuya curiosidad ya le ha costado alguna que otra pluma, es un pájaro básicamente tranquilo, relajado, pancho, que no se come mucho la cabeza con lo del canto. El chico le pone mucha motivación, pero es un canto desordenado y mal afinado. Lo que es el alpiste... no le da más, ahora, todo lo que no sea alpiste: lechuga, fruta, papel... le chifla. Especialmente el papel, un día le puse una de esas galletitas para canarios y a la mañana siguiente se había comido el envoltorio. Tuve que sustituir el papel de periódico por arena para pájaros.

Ella, Ramona, es todo lo contrario. Más que un pájaro parece una coctelera. Es extremadamente asustadiza y nerviosa, de color verde oliva, un poco patizamba. Aunque dicen que las canarias no cantan, esta sí lo hace, no ta alto y variado como Ramón, pero sí mucho mejor afinado.

Se llevan a matar. Este año quería intentar la cría, pero ella no parece muy dispuesta. Ramón va siempre ilusionado hacia ella y ella siempre le contesta con un bufido. No sé, ya veremos qué pasa...