Pues bien, en canaricultura, a los sonidos intermitentes de tonalidad aguda o metálica como son los tintineos obtenidos por percusión lenta sobre la campanilla del timbre eléctrico y aplicando la onomatopeya de este sonido tintineante al canto de los canarios de cualquier raza e incluso al de pájaros silvestres, diremos que cantan notas internacionalmente llamadas Timbres cuando emiten sonidos tintineantes diversos, que serán tanto más meritorios y agradables cuanto más suavemente son modulados por los pájaros (percusión suave en la campanilla del timbre eléctrico). La modulación utilizada por los pájaros para emitir estas notas intermitentes no puede ser otra que la lingual para ritmos lentos de emisión silábica: lin-lin-lin-lin... o li-li-li-li... rememorando el dulce y pulcro sonido de un pequeño cascabel.
Por el contrario, si los mismos pájaros en vez de producir sonidos interrumpidos de tipo tintineante lo hacen con sonidos continuados como consecuencia de una mayor rapidez de modulación (rápido golpeteo en la campanilla del timbre eléctrico), observaremos que el sonido así modulado cambia de estructura percibiéndose un continuado ririririririririri... a cuya nota resultante continuaremos llamándole Timbre por su tono metálico o agudo, pero por ser sonido continuado y batido por sucesivos choques (aparece entonces la r del batido silábico) tomará otra denominación compuesta llamada internacionalmente timbre RULADO, cuya modulación no puede ser otra en los pájaros que la de tipo gutural para imitar sonidos de percusión rápida.