Hola amigos,
en vista del poco movimiento que genera el principal motivo del foro, sigo aportando trabajo de campo de la sierra madrileña. Hoy no se trata de ninguna foto, ni tampoco del seguimiento al tejón -seguimos observánodolo-, hoy se trata de una dama de la noche.
La semana pasada encontré en la huerta de un amigo unos rastros que nos descolocaron, no podían ser de zorra porque eran demasiado pequeños y presentaban numerosas semillas de escaramujo (algo muy típico de garduñas en estas fechas), también podían corresponder con las de gineta, pues no se trataba de un excremento aislado, sino más bien una pequeña letrina. Intrigados, montamos la cámara que ha estado funcionando a toda máquina durante toda la semana. El Domingo por la mañana pasaba los archivos al ordenador y tatatachaaaaán! un montón de vídeos de zorro (al menos 3 individuos diferentes) y revisando revisando... nuestra garduña. Mesocarnívoros de la península ignorados por la inmensa mayoría por sus hábitos nocturnos y persegidos en no pocos casos por seguir considerándolos alimañas indeseables, ignorando el enorme beneficio que representan en el control de poblaciones de micromamíferos. Con una población suficiente (ni calvo ni con tres pelucas) algo mejor se hubiera controlado la plaga de topillos de hace un par de años por ejemplo. Los venenos empleados para exterminar estas plagas de roedores que afectan a las cosechas tienen un caracter son de caracter bioacumulador y bioamplificador, por lo que un topillo intoxicado con veneno, termina con la vida de muchos zorros, muchas garduñas, comadrejas, ginetas, tejones... por no hablar de las rapaces. Se que muchos no estareis de acuerdo con lo que digo, pero ¿quién es el hombre para destruir como si tal cosa la pirámide trófica de la mayoría de nuestros ecosistemas?
Si os animáis entramos a debate.
OS dejo un vídeo de la princesa. Espero que os guste.
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