Tim era como se llamaba. Era un precioso canario timbrado del año pasado. Que lo había estado trabajando e, incluso, me planteaba totalmente en serio llevarlo al concurso que hay en noviembre (me parece) a Reus. Bajo mi humilde punto de vista creo que tenía unas cualidades excepcionales para el cante y su aprendizaje.
Por otro lado, le tenía un cariño especial. Ya que, había tenido periquitos e, incluso, los había hecho criar. Pero, él fue mi primer canario y quien me despertó de una manera contundente todo mi interés e ilusión hacia este precioso mundo de la canicultura. Que cada vez fue haciéndose mayor y mayor este interés por el conocimiento y toda la sabiduría relativa al mundo de la avicultura.
Pues bien, me fui de vacaciones unas dos semanas y media. Antes me había ido una semana y le había dejado bien de provisiones y no había habido ningún problema. Me estuve informando de cuál sería la mejor manera de poder hacerlo y tenía provisiones alimenticias de sobras. Para beber, me daba más miedo. Tenía dos bebederos de los normales y una piscina de estas grandes que se ponen en la puerta de la jaula. Puede ser que si le hubiese puesto bebederos de estos de bola la cosa hubiese ido mejor, no se…
Mi hermana, que vive delante, lo oía cada día por lo que me aseguraba que estaba bien. Aun con todo, le dije en un par de ocasiones que le rellenase el agua y la primera lo hizo pero la segunda no. Se ve que se debió quedar sin agua un día o dos y justo el día que llegué yo habían dejado de escucharle cantar y me esperaba muerto, sin vida, en el fondo de la jaula. Parecía mentira que un pajarito que tanta alegría y vida había tenido y contagiado ahora yaciera inmóvil inerte alejado de cualquier suspiro de vitalidad.
Bueno compañeros, sólo quería rendirle unas pequeñas letras de homenaje a aquel que tantos días nos deleito con sus bonitos trinos.
Por otro lado si a alguno os sobra algún canario yo tengo una casa (en Tarragona) donde le podría dar cobijo.
Un saludo!
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