Con el acortamiento de las horas de luz y el frío comienza a ser una constante por la sierra madrileña se despiertan en la cumbres los más íntimos instintos de algunos animales. Es el tiempo del celo para la cabra montés. Aunque todavía no he conseguido captar una pelea de machos, es cuestión de días y algún que otro madrugón. Os dejo algunas fotos hechas el pasado puente de la Virgen de La Almudena. Espero que os gusten.

Saludos a todos y una sonrisa...

PD. Nos vemos en los concursos.