FORMACIÓN DE VARIADADES Y RAZAS DE CANARIOS POR NUESTROS ANTEPASADOS
Por Antonio Drove Aza

Dada la importancia y popularidad que ha alcanzado el mecanismo de la Herencia en estos últimos cincuenta o sesenta años, es de afirmar que esta rama de la Biología no fuera aplicada en forma científica para establecer las razas de canarios que se conocían con bastante anterioridad a las deducciones o leyes de que Mendel había se sentar como bases científicas de la Herencia, a pesar de que otros grandes naturalistas con anterioridad, como Darwin y Galton y, posteriormente, De Bries, habían de interpretar como elementos para establecer nuevas tazas, la aparición de Variaciones en los seres vivientes a consecuencia de modificaciones de caracteres debidos a determinadas condiciones del medio ambiente.

Con estos escasísimos conocimiento de Genética que debieron ser intuitivos en los creadores de las razas de los canarios, y la posible aplicación del mestizaje e hibridación en los mismos, se consiguieron las razas que hace muchos años conocemos con los nombres de Roller, Yorkshire, Norwich, Malinois, etc. Es decir, que la constancia e inteligencia, por una parte, y la posible intuición y azar, por otra, de nuestros aficionados antepasados, suplieron los conocimientos que en la actualidad se poseen sobre Genética. Ellos, sin los conocimientos científicos, que no conocían admiraron al mundo con sus creaciones. En cambio en la actualidad con las modernas concepciones de Genética y de la alimentación, ignoramos aun como les fue posible crear, a aficionados de condición social muy humilde, razas que no se ha podido mejorar y que se han recordado y recuerdan con añoranza por los aficionados del mundo. Me refiero a los Rollers, a los nobles Rollers de Trute y Seifert.

Sin profundizar en Genética, es conveniente iniciare en ella con algunos conocimientos básicos elementales para dar idea al aficionado de la importancia que han tenido las variaciones al correr de los años para la creación de las razas por nuestros antepasados.

En genética, se llama Variación a la aptitud de los seres vivientes para modificar, a causa de determinadas condiciones del medio ambiente, como alimentación, humedad, clima, calor, luz, etc., el conjunto de caracteres perceptibles al exterior, como también la modificación de los factores hereditarios recibidos de los ascendientes del individuo, que pueden o no ser perceptibles exteriormente.

Las Variaciones pueden ser de tipo Morfológicas, Fisiológicas, Psicológicas y Ecológicas.

Las Variaciones Morfológicas son las que repercuten en la forma y tamaño de la totalidad del individuo.

Las Variaciones Fisiológicas son las que determinan características tan importantes como precocidad de desarrollo, resistencia a las enfermedades, fecundidad, etc.

Las Variaciones Psicológicas consisten en diferencias de carácter o temperamento.

Y, finalmente, las variaciones Ecológicas son las diferencias que experimentan los individuos a consecuencia del medio ambiente, originándose por tal motivo las llamadas razas o estirpes locales al adaptarse a las condiciones particulares de la comarca o región en que viven o se les obliga a permanecer.

Las Variaciones son de dos clases: Continuas o fluctuantes y Discontinuas, bruscas o mutantes. Las variaciones continuas se manifiestan con ligeras diferencias que permiten distinguir a miembros de una misma familia. Si observamos a unos cuantos jilgueros recién cazados, un aficionado observador podrá apreciar que las diferencias de color, porte, tamaño, pico, etc., que existe entre ellos. En este caso, lo mismo que si observamos canarios, el carácter considerado (color, porte, tamaño, pico, etc.) fluctúa entre los dos extremos de la normalidad de características que deben tener los individuos objeto de la observación. A estas variaciones, por su carácter, se les denomina también fluctuaciones.

Las variaciones Discontinuas, son variaciones brusca que aparecen esporádicamente y de cuando en cuando entres seres vivientes, permitiendo diferenciarlos de sus congéneres por diferencias notables, tales como color, tamaño, etc. Todos hemos visto alguna vez gorriones y jilgueros blancos, pardillos de color isabela plata; verderones amarillos o con rizos en la espalda, etc. A esta clase de variaciones bruscas se las denomina mutaciones.

Para que una Variación pueda tener el carácter de transmisible por herencia a los descendientes, es necesario que el carácter considerado (porte, pico, color, rizos, etc.) vaya representando en las células sexuales o elementos reproductores del individuo. Si los diversos caracteres aparecidos solamente provocan modificaciones en su cuerpo, sin afectar a las células sexuales, los caracteres así adquiridos no podrán ser transmisibles a los descendientes.

La selección Zootécnica consiste en elegir los reproductores de caracteres deseables para establecer, afianzar o perpetuar una raza. A los individuos poseedores de una predisposición poderosa para transmitir por herencia la mayoría de los caracteres útiles que poseen, se les llama Prepotentes.

La Consanguinidad ha sido y continuara probablemente siendo el mejor método de reproducción para fijar, conservar y mejorar los caracteres deseables de reproductores prepotentes.

Nuestros antepasados, pues, con estos conocimientos que debieron ser intuitivos y amparándose la mayoría de las veces en la aparición de Mutaciones en los canarios ya aclimatados, consiguiendo transformar el canario silvestre inicial, de color verde, en múltiples colores de los que ya en el siglo XVII existía una gama de veintitantos matices; y no solamente se aprovecharon de las Variaciones que dieron lugar a canarios de coloridos completamente distintos al verde inicial, sino que también aprovecharon, seguramente, las Mutaciones aparecidas para transformar, mediante inteligente selección posterior, el tamaño, porte, tipo, y plumaje del canario silvestre, originándose razas tan distintas de la original como el esbelto canario Yorkshire, el Jiboso Belga o el rizado Parisién.

Admitidas las Mutaciones expuestas, manifestadas esporádicamente en jilgueros, pardillos, gorriones, etc., parece fácil que en el campo puedan obtenerse nuevas variedades, con carácter estable, en los pájaros citados. Esto no es fácil por no decir imposible, puesto que en libertad los animales al aparearse no efectúan una selección Morfológica voluntaria, sino que buscan normalmente su pareja en animales normales de la especia a que pertenecen, perdiéndose por este motivo, como también por otros de índole letal y las propias de selección de la Naturaleza, la probabilidad de afianzar las nuevas variedades.

Ahora bien: si el jilguero blanco, por ejemplo, se cruza en libertad con una hembra normal de su especie, todos los hijos de esta unión serán de aspecto exterior completamente normal, pero , en cambio, todos ellos llevarán impresas en su interior, en las células germinativas, el carácter mutantes del padre o sea el color blanco. Si por azar se cruzaran estos hermanos entre si se obtendría de cada pareja un 25% de individuos de carácter exteriores e interiores completamente normales; un 50% con aspecto exterior normal, pero con impresión del carácter blanco en las células reproductoras; y un 25% con carácter tanto interior como exteriores como el progenitor inicial mutante, es decir, este 25% de jilgueros serán blancos como el abuelo.

Como se comprenderá, estos cruces que por leyes naturales o causas diversas no es posible verlos fijados como variedades estables en el campo, si pueden conseguirse con relativa facilidad en pájaros domésticos, puesto que el hombre, con inteligencia, pudo dirigir y seleccionar concienzudamente a su voluntad los cruces y recruces con objeto de obtener nuevas variedades y razas de canarios que deseó perpetuar a partir de la aparición de las mutaciones que sin duda y a través de siglos han aparecido en los canarios enjaulados.

Un caso curiosísimo de probable mutación, es la que fue observada hace muchos años en la pajarería de don José González, de Madrid.

Se trataba de un canario totalmente simétrico en sentido longitudinal, cuyo medio cuerpo o lado era completamente amarillo y el otro medio cuerpo de color blanco puro, con la particularidad de llevar en la media cabeza de este lado una boina moña blanca jaspeada que casi le cubría el ojo correspondiente. Cuando el canario cambiaba de posición, al dar la vuelta en la caña, producía la impresión de transformación mágica de un canario amarillo por otro de color blanco y moñudo.

El mérito de nuestros antepasados es innegable, puesto que en Canaricultura, a pesar de la enorme afición existente en el mundo entero, no se ha investigado en plan científico con la profusión que ha venido haciendo desde principios de siglo en otras ramas de Avicultura y Ganadería, siendo el primer investigador que ha dedicado su atención al canario, el alemán Doctor Hans Duncker, quien en 1928, publicó un tomo de genética titulado “Genetick der Kanarien vogel”, al que siguieron después otros investigadores, como el inglés Gill en su obra “White and White ground canary”, que indudablemente iniciaron en la afición una cultura de las leyes de la Herencia aplicadas al canario y que sin duda fueron la causa de éxitos rápidos en la obtención de colores, en particular los referentes a los de naranja y rojizos, obtenidos por el cruce del canario con el Cardenalito de Venezuela.

El canaricultor no debe aventurarse, a pesar de creer conocer las leyes de la Herencia, a obtener nuevas variedades de canarios bien sean por su canto, color o tipo. Las complicadas materias de la Genética no son de tan fácil interpretación como puede creerse, ya que existe una gran dificultad en Canaricultura, debido a la frecuencia con que se han practicado cruces sin ton ni son para la obtención de nuevas estirpes. A menos que se trabaje con castas puras primitivas, como el canario silvestre, es muy difícil obtener resultado aceptables por la aplicación de la teoría de Mendel, consiguiéndose la
mayoría de las veces confusiones de muy dudosa interpretación.